lunes, 11 de agosto de 2008

notas de dirección

Estas notas que fueron tomadas hace tiempo , valdrían ahora para emprender una nueva exploración del texto.

Junio 2004:

“Los actores pueden trabajar según una técnica extra cotidiana del uso del cuerpo; aunque no tienen formación en ese sentido, solo la que yo puedo transmitirles, logran acciones físicas interesantes. Estamos en el momento en que cuando percibo algo de importancia desde mi rol de espectador, el actor también lo ha sentido. Esta concordancia refuerza mi autoridad y coloca a los actores en un sitio de veneración merecido”

“En los momentos inmediatamente posteriores al ensayo, los actores siempre quieren comentar algo. No doy muestras de entusiasmo ni estimulo a que esto pase. Me veo obligada a aclarar cuestiones técnicas que desembocan en sus personales resistencias al trabajo. Suelen aceptar mis opiniones ya que ellos mismos han empezado la charla. No me agradan particularmente estos momentos, ya quiero irme y olvidar, pero nunca corto la charla y me mantengo en situación escucha “docente” (como si supiera).”

“El director da el corte al ensayo pero son los actores los que intuitivamente lo finalizan. En algunas de estas charlas finales y aparentemente fuera del tiempo de ensayo, los actores han hecho análisis de personaje inmejorables y que me han guiado en los ensayos siguientes”

Abril de 2005:

“Hora de dejar de trabajar según el texto de williams. Aunque los actores sigan usándolo para los ensayos. Tengo que mirar y escuchar lo que sucede en escena con total ingenuidad. Creerles como si los estuviera espiando realmente por una ventana. Creer yo misma esta imagen de cuarta pared que propongo respetar. Escuchar los sonidos y no las palabras. Despues veré cómo se recupera el sentido de un texto. Aunque no sé todavía cuál es el vínculo entre los dos personajes. No asustarme. Es imposible en teatro tener una idea y luego plasmarla. Sospecho que la “verdad” de lo que pasa entre estos dos personajes está segundos despes de las resistencias de los actores y en la repetición de las acciones absurdas que elijen hacer cuando los empujo a resolver”

“Sé este momento de trabajo se agotará y que es en este tiempo que hay una posibilidad de que a partir de lo que veo en el escenario y contrasto con lo que veo en la escena (imaginando como director autor y espectador a la vez) surga una imagen, o pre imagen, o como se llame, que sea matriz de la obra final”

lunes, 7 de julio de 2008

sintesis

Texto que decanta desde la pieza breve de Tennessee Williams titulada “Háblame como la lluvia”. Inspiración sostenida en la trayectoria del tiempo en que fue leída y el tiempo en que fue propuesta. Negación de ver en la brevedad catalogada ,un episodio parcial de las miserias ciudadanas. Intuición arribada por preguntarse lo que resta entre la belleza acabada del texto del autor norteamericano y la impericia de las actuaciones logradas. Astucia por poner en el ruedo de la reflexión casual pos ensayo, la intriga acerca del sentido sumergido, aún no avizorado en los parlamentos. Gratitud, registrada, a esos iniciales actores que prestaron voz de duda, ocurrencia y auto análisis, por dar y no dar sistemáticamente en la tecla de lo que mal anda en la escena. Visión primera del núcleo temático, lo roto el amor, como pareja impensable espeluznante del continuo encuentro. Desestimado por dos que, en un ritmo de síncopa, se hablan y son hablados por sus cuerpos, que no renuncian. Necesidad ,que resulta ventajosa, de escribir otro texto en base a la misma estructura interpretada.
Segunda visión de puesta en fuga de ese cuarto habitación cama ventana hacia las latitudes del afuera. El mapa socio histórico de las fuerzas que hacen ruinas. Un resultado sonoro y coloro. Tercera puesta en visión: ¿y qué de mí coló por el redil del objeto? Sobre el final la respuesta, que llegó cuando pudo formularse pregunta: ¿Qué me gustaba de esta maravilla atormentada de Tennessee Williams?